Vehículos autónomos: la disrupción que se viene

Diversos sectores económicos se transforman ante la inminente llegada de la conducción autónoma. Hoteles, aerolíneas, seguros, oficinas y medios evalúan escenarios y se preparan para lo inevitable.

De una manera u otra, todos sabemos que los vehículos autónomos serán una realidad en los próximos años. Los cálculos más pesimistas hablan de un par de décadas. Aunque, por otro lado, el optimismo desbocado los había pronosticado para 2021.

En todo caso, según la consultora IHS Automotive, para 2035 habrán unos 21 millones de vehículos autónomos circulando por las carreteras, avenidas y calles del mundo. Los países que lideran esta revolución son Estados Unidos y Japón.

Se habla de una revolución solo comparable con la que generó el modelo T de Ford en los años treinta del siglo pasado. Ahí es donde entra también los vehículos eléctricos, mercado mundial que China proyecta controlar en un 50% para 2030.

Morgan Stanley estima que el reemplazo de los automóviles tradicionales por vehículos autónomos en Estados Unidos podría generar $507 mil millones en la economía como resultado de una mayor productividad por trabajador. Asimismo, en términos de tráfico, que se estima que desaparecería o se reduciría en gran medida, se ahorraría $138 mil millones solo logrando que las personas lleguen a sus destinos de manera más eficiente.

No obstante, la adopción masiva de esta tecnología, que eliminaría a los choferes de automóviles y otros vehículos impactaría en ciertas industrias que ganan dinero de diversas maneras.

No es ninguna novedad que compañías como Apple, Google, Tesla, Uber o las grandes automotrices (General Motors, Audi, Mercedez Benz, BMW) tienen proyectos avanzados en este campo.

Industria hotelera

Los vehículos autónomos podrían eliminar una de las mayores fuentes de ingreso para los hoteles. Estamos hablando de los clientes que duermen por un día cuando están transitando de un lugar a otro.  

En ese sentido, la industria hotelera quiere adaptarse. Además de tantear el negocio de la sharing economy de Airbnb, se está explorando la idea de hoteles móviles con capacidad para cinco personas. La firma Aprilli Design Studio ya está trabajando en un prototipo y espera lanzar el producto antes de 2030.

Industria aerocomercial

Los viajes cortos en avión serían impactados por los beneficios de trasladarse en auto con comodidad. Esta posibilidad sería sobre todo aprovechada cuando se habla de vuelos de 7 a 11 horas.

A esto hay que sumarle la aversión a los aviones en la era post Covid, una mezcla de flying shame (la tendencia a tomar menos vuelos para evitar un alto consumo de combustibles fósiles y dejar una huella de carbono alta) con las nuevas regulaciones aerocomerciales.

Oficinas

Los vehículos autónomos pueden convertirse en las oficinas del futuro. Haciendo el tiempo más eficiente, yendo de un sitio a otro, se puede trabajar sin problema. Incluso se habla de coworkings en vehículos de pasajeros.

Seguros

El mercado de seguros automotrices se lleva una buena torta del mercado asegurador. Si la promesa se cumple, los vehículos autónomos prevendrían accidentes de tránsito, por lo que la demanda por seguros declinaría. Se dice que el 90% de los siniestros se dan por errores humanos. Saquemos la cuenta de lo que podría reducirse los accidentes con la conducción autónoma. En el mejor de los casos los seguros automotrices se volverán muy baratos. KMPG ha estimado que para 2050, el mercado asegurador se achicará en un 70%.

Estaciones de servicio

Si los automóviles se vuelven autónomos ya no habrá necesidad de que una persona los recargue, se recargaran solos cuando nadie los esté usando. De ese modo las tiendas de conveniencia en las estaciones de servicio perderían a uno de sus principales clientes.

En este punto hay mucho por ver. Es un tema debatible. Algunos piensan que desaparecerán. Pero otros, como por ejemplo Warren Buffet, quien tiene un 38.1% de accionariado en Pilot/Flying J, una cadena de paradas de camiones en Estados Unidos, parecen pensar lo contrario. Otros señalan que aun así los autos se recarguen solos, habrá que hacer paradas para ir al baño y comer de cuando en cuando.  

Contenido y medios

Con el avance del 5G y la interconección de los vehículos con los smartphones, el auto se convertirá en un gran espacio de consumo de contenido. A ello hay que sumarle la realidad virtual, la realidad aumentada y el gaming. Todo esto hace salivar a la industria publicitaria que espera poder afinar su mira en un nuevo espacio para un marketing dirigido.

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