Los creadores de Manzana Verde aún no llegan a los treinta años de edad y ya han conseguido levantar $1.5 millones en fondos de inversión. Actualmente, esta empresa de bandera tiene sesenta empleados y ha repartido más de 800 mil órdenes de comida saludables y las proyecciones indican que al cierre de año alcanzarán el millón.
Casi ocho kilos, 7.7 para ser precisos, subieron los peruanos en promedio durante la pandemia. Los mexicanos aumentaron ocho kilos y medio durante el encierro. México encabezaba la lista de los países que ganaron más sobrepeso y en el cuarto puesto está Perú, según una encuesta realizada por Ipsos en más de 30 países en enero de este año.
Primeros puestos de los que no podemos sentirnos orgullosos, sino asustados y alertas. Las cifras alarmantes ayudan a concientizarnos sobre la amenaza del sobrepeso y a pensar estrategias para combatirlo. Manzana Verde, la startup con dos años de vida que no para de crecer, ha sabido leer como pocos esa necesidad de alimentación sana y al mismo tiempo la exigencia de que la comida sea variada y gustosa para el público peruano y mexicano.
¿Por qué eligieron México como segundo mercado?
Los mercados de Perú y México son muy parecidos. Ambos países comparten estilos de vida, pero México tiene un mercado casi diez veces más grande (y más descentralizado) que el peruano. Nuestro objetivo es seguirnos expandiendo a otras grandes ciudades mexicanas. Actualmente estamos en Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, y planeamos seguir creciendo en Querétaro y Puebla.
¿Con qué sueña Manzana Verde?
El próximo año queremos entrar en dos mercados que nos interesan mucho: Colombia y Chile, pero antes de dar ese gran paso queremos consolidar aún más nuestro crecimiento en México y Perú.
México y Perú son quizá los lugares con más orgullo de sus propias gastronomías dentro de la región ¿Qué tanto cambian los menús entre las diferentes ciudades?
Nos adaptamos a cada ciudad con diferentes menús. Guadalajara no come lo mismo que Monterrey, ciudad culturalmente bastante alineada a Estados Unidos al ser una zona limítrofe, y su comida lo expresa. En México abundan las fajitas y chilaquiles. En Perú, no.
En Manzana Verde tratamos de combatir ese mito de que la comida saludable es monótona y desabrida. Hay un mundo más allá del pollo a la plancha con verduras. Nosotros tratamos de hacer versiones saludables y variadas, tomando como base la gastronomía local y enfocándonos mucho en las porciones. Hacer sentir a los clientes que no están a dieta ha sido clave para que continúen con nosotros.
¿Cuál fue el primer chispazo de Manzana Verde? ¿Cómo surge la idea y cuál fue la inversión inicial?
Nosotros (mi socia Larissa Arias y yo) éramos el usuario. Es decir, trabajábamos en un exigente horario de oficina y no teníamos tiempo para cocinar. Descubrimos en nuestra realidad una oportunidad de negocio. Al inicio Manzana Verde era nuestro part time job y empezamos como un delivery de comida saludable muy tradicional. Teníamos nuestra propia cocina, flota de repartos, no usábamos tecnología. Todo era muy manual.
Empezamos con cinco mil dólares. Cuando quisimos crecer más nos topamos con ciertas complicaciones, como el tema del financiamiento para Mypes que existe en América Latina. Y el flujo de caja manteniendo cocinas propias no permitía crecer a la velocidad que nosotros queríamos. ¿Cómo atendemos de la mejor manera a todas estas personas?
En ese momento conocimos el mundo de las startups y los modelos que utilizaban tecnología para crecer muy rápido, o que la usaban como una herramienta fundamental. Descubrimos que se alineaban mucho a nuestra visión y, a partir de este encuentro, conseguimos desarrollar nuestro modelo de negocio: actualmente Manzana Verde no tiene ninguna cocina propia, sino que trabaja con restaurantes locales, que producen según nuestros protocolos y con nuestra tecnología.
Podrías darnos más detalles sobre esa tecnología
Hemos creado varias aplicaciones que se conectan de manera vertical para hacer posible una experiencia que es un proceso logístico muy complejo. Entregamos comida saludable y de calidad a 5000 mil personas al día, que reciben platos con tamaños específicos en la puerta de su casa en una hora específica.
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Tenemos por ejemplo un software para que las cocinas vean las recetas estandarizadas y que nos ayuda con la gestión de control de calidad: las cocinas ingresan datos que nos permiten en remoto ver si están haciendo un buen trabajo durante la operación. Los repartidores tienen su propia aplicación. Todo está unido para hacer posible esta experiencia que soluciona el problema de quienes quieren comer saludable, pero no tienen tiempo. Nosotros ofrecemos platos saludables desde cuatro dólares, incluyendo el envío.
El crecimiento de Manzana Verde se da en el contexto pandémico. ¿Cómo lo hicieron?
Manzana resuelve el problema de falta de tiempo. Las personas que antes trabajaban en oficinas ahora lo hacen desde casa o un coworking y siguen sin tener tiempo. En el contexto actual lo tienen aún más difícil, porque al estar en una oficina tenían la opción de ir a un restaurante y ahora tienen que ir a un supermercado, comprar, cocinar. El proceso demanda más tiempo. ¿Qué cambió? Antes entregábamos 70% de las órdenes en las oficinas y 30% en casas. Actualmente es al revés.
Para el crecimiento brutal de Manzana Verde ha sido clave levantar fondos de inversión. ¿Cómo aplicar a uno de éstos?
Antes de ir a México, recaudamos en una ronda $200 mil, donde participaron un fondo peruano, muchos inversionistas ángeles y fondos Unison, dedicados a financiar startups en países emergentes. Hace dos meses hemos recaudado $1.5 millones de inversionistas, como Matterscale Ventures, quien lidera la ronda, acompañado de Clout Capital, FJLabs, MrPink VC, Salkantay Ventures, y Sergio Monsalve de Roble Ventures, entre otros. Estos nuevos inversionistas nos dan mucho músculo de cara a lo que se viene: entrar en la serie A. El sueño es expandir Manzana Verde por todas las principales ciudades de América Latina.
¿Cómo seducir a los inversionistas?
La idea es venderle el sueño en el que se va a convertir tu empresa. Las personas que invierten en startups invierten en una visión. Es imprescindible tener una visión muy clara de lo que va a ser tu empresa y tus acciones y números deben tener coherencia con esa visión.
Mi consejo es trabajar mucho en la visión de lo que va a ser tu empresa y generar relaciones con tus inversionistas desde el inicio: verlas como relaciones a largo plazo. Los inversionistas apuestan por personas que necesitan conocer y confiar.
Imagino que algunos inversionistas te habrán dado feedback. ¿Te dijeron qué fue lo que les cautivó?
Les encanta el modelo de negocio donde todos ganan: los restaurantes y los repartidores que trabajan con nosotros generan ingresos recurrentes en horarios donde antes producían muy poco. Hay muchas aplicaciones de delivery de comida, pero son pocos los que les agregan valor diferencial al usuario, en nuestro caso, volver asequible la comida saludable.
Algún consejo para los que emprendedores que están empezando
Actualmente Latinoamérica está en un momento espectacular. Hay muchísimos fondos que están invirtiendo y apostando en la región. Es un escenario mucho mejor que hace tres años. Es un gran momento para emprender y para apostar en tecnología. Este es el momento.
