Autos voladores, el momento ha llegado

Las startups de Silicon Valley no quieren esperar más al futuro para ver autos voladores. Morgan Stanley ha señalado que esta industria podrá tener un valor de $647 miles de millones para el 2040.

En la ya clásica película protagonizada por Michael J. Fox en el papel de Marty McFly los autos voladores son una realidad en el 2015. También las pantallas publicitarias en 3D que se salen de sus vallas, pero eso es otra historia. El asunto es que a mediados de los ochentas (el filme fue estrenado en 1985) la ficción pronosticaba que el año quince del siglo XXI los autos voladores llenarían las carreteras aéreas de las ciudades.

Quizás fueron muy optimistas. Vayamos a otra película. Blade Runner, de Ridley Scott, imaginó lo mismo pero en noviembre de 2019. No podemos achacarles a los directores de cine el haber errado, pero sí podemos explorar los más recienmtes esfuerzos venidos desde Silicon Valley que tienen como objetivo tener cuanto antes esos bólidos voladores.

Pero antes mencionamos algunas cifras que nos hablan de la potencia de esta naciente industria a largo plazo. Según la revista The Economist al menos 300 compañías están trabajando en algún tipo de vehículo que pueda despegar y aterrizar sin problemas.

Autos voladores y eléctricos

El asunto central aquí es la batería a utilizar para los autos voladores. La llamada eVTOL (Electric Vertical Takeoff and Landing) sería la tecnología que permitiría esta clase de despegues sin problemas. Morgan Stanley ya se adelantó a decir que esta industria podrá tener un valor de $647 miles de millones para el 2040.

Algunas de las startups más interesantes que están explorando este revolucionario sector son Joby, Black Fly, Kitty Hawk, Lilium y Archer.

El primero es quizás el más conocido hasta el momento. Busca ser un taxi aéreo eléctrico con capacidad para un piloto y cuatro pasajeros. Sus pronósticos más optimistas apuntan a sobrevolar Los Angeles para 2024. Es tanto el entusiasmo por esta startup que Toyota lideró una ronda Series C de financiamiento por $620 millones a comienzos de 2020. También Joby adquirió el programa de taxi aéreo de Uber en un trato que incluyó una inversión de $75 millones del mismo Uber.

los autos voladores llenarían las carreteras aéreas de las ciudades.

Todo suena muy prometedor, aunque algunos sugieren que 2024 es excesivamente pronto para la adopción de estas tecnologías.

Black Fly, por su parte, aspira a ser un vehículo para una persona en un entorno rural. La idea es que los interesados primero pueden aprender a usar el vehículo por medio de simulaciones de VR. Se especula que su precio en el mercado para el consumidor estaría por encima de los $150k.

Por otro lado tenemos a Kitty Hawk, empresa fundada por Sebastian Thrun, ex integrante del equipo de vehículos autónomos de Google. Su taxi eléctrico volador se llamará Heaviside y podría tener dos asientos. El costo de fabricación podría estar por encima de los $300k y se buscaría impulsar como una opción de ridesharing.

Finalmente tenemos a Lilium, un jet eléctrico para 7 pasajeros que ya está valorado en $3 mil millones y Archer, que busca entrar en la modalidad de vehículos autónomos y ya tiene una valoración de $3.8 mil millones.

Todo suena muy prometedor, aunque algunos sugieren que 2024 es excesivamente pronto para la adopción de estas tecnologías. Para empezar se señala que el usuario de los autos voladores tendría un gran proceso de adaptación y eso, como es evidente, tardaría un tiempo. 

PUBLICIDAD
Musica
PUBLICIDAD
Mobile banner horizontal grande

¿Quieres más?. Suscríbete a nuestro Boletín Informativo.