“Todos tenemos un plan, hasta que nos golpean en la cara.” (Mike Tyson)
Si metiera en un cajón todas las definiciones de emprender e innovar que he escuchado en todas las charlas a las que he asistido en mi vida, le tiraría gasolina y lo incendiaría. Con esto no estoy diciendo que escuchar a una persona hablar sobre su experiencia sea malo, es todo lo contrario. Como en la vida, uno debe rescatar las enseñanzas del resto, pero utilizarlas en un estilo propio. Porque el destino no es el mismo para todos, la vida no nos golpea a todos de la misma forma. Porque emprender en innovación no es buscar un camino, es hacerlo desde cero, sabiendo que una caída no es un fracaso, sino un simple cambio de planes.
“Si primero tienes que leérselo a tu esposa o a tu novia o a tu novio o a tus padres o a cualquiera, no estás preparado.” (Charles Bukowski)
Todos hemos tenido aquellos arrebatos geniales en los que se nos ocurre una idea que puede cambiar el mundo. Pero al compartirla con nuestro círculo de confianza, nos aterrizan con un NO que atemoriza a cualquiera. Es por eso que hay veces en las que uno debe guiarse más por su locura o instinto, que por lo que parece más racional para el resto. Hablando personalmente, creo que me volví verdaderamente disruptivo cuando empecé a apuntar al NO en lugar de seguir el camino del SI. Empecé a crear cuando pisé el acelerador en las curvas y me di cuenta que estrellarme contra una pared duele, pero no mata. Como dice Beret en alguna de sus canciones, “Me sé las respuestas por no preguntar”.
En este mismo sentido, existen dos formas de aprender en la vida: investigando y haciendo; pero solo la segunda resulta rápida y efectiva. Esto no es fácil, nadie está listo para lanzarse al vacío sin antes fijarse en lo que hay del otro lado y es por eso que a la distancia entre pedir permiso y pedir perdón, se le llama agallas. Los mejores emprendedores del mundo de las Startups buscan pedir perdón de la manera más rápida y barata posible, ya que pedir permiso es poner freno de mano. Obviamente, no se debe intentar algo si no se tienen fundamentos cualitativos y cuantitativos de que tenemos una buena idea, solo digo que mientras más rápido tenga contacto un producto (así esté defectuoso) con el mercado, más barato nos saldrán los errores y más rápido aprenderemos sobre la persona que verdaderamente puede opinar: el cliente.
Emprender en innovación es algo tan personal, que no puede tener un único significado. Si buscamos crear, mejorar y romper ¿Qué hacemos poniéndole un molde a algo que específicamente va en contra de lo predeterminado? ¿Qué hacemos encariñándonos de nuestros planes o siguiendo una serie de pasos al pie de la letra? ¿Qué hacemos guiándonos de historias, si estas pertenecen al pasado?
*Juan José Roca Rey V. es CFO & Co-founder de Instacash Preauth